martes, 24 de junio de 2008

Relato Zen

Sin Apegos ni Estupidez

Cuando el maestro Zen, Tung Shan, sintió que había llegado el momento de irse, hizo que le rapasen la cabeza, tomó un baño, se vistió con su túnica, hizo sonar la campana para despedirse de la comunidad y se sentó hasta que dejó de respirar. Todo indicaba que había muerto. Así que toda la apenada comunidad estalló en llantos, como si fueran niños pequeños que han perdido a su madre. De repente, el maestro abrió los ojos y dijo a los llorosos monjes: "se supone que nosotros, los monjes, no nos apegamos a las cosas transitorias. En esto consiste la auténtica vida espiritual.
Vivir es trabajar, morir es descansar. ¿Qué utilidad tiene quejarse y gemir?. Entonces, ordenó que se sirviera una comida "para purificar la estupidez" de la comunidad.
Finalizada la comida, les dijo: "¡Por favor, no hagáis tanto alboroto por mí! ¡Permaneced serenos como corresponde a la familia de monjes! Por lo general, cuando alguien está a punto de partir, el ruido y la conmoción no le sirven de nada".
De modo que volvió a su habitación y se sentó a meditar hasta el momento del desenlace.

jueves, 5 de junio de 2008

Meditación con Mantra

Mantra significa "pensamiento que libera y protege". Libera en el sentido de que el mantra es el pensamiento que permite llevar la atención hacia adentro para que la mente pueda trascender. Al trascender rebasamos los límites del pensamiento para experimentar la libertad de nuestra naturaleza sin límites. El mantra protege cuando se usa correctamente porque sana y equilibra la psicofisiología.
Los mantras son sílabas en sánscrito que tienen valor sonoro, es decir, cualidad vibratoria. Cada sonido produce un efecto en el plano físico y activa alguna célula del cuerpo. Si observas que la meditación te beneficia, busca un buen maestro para practicarla.

El Mantra gayatri
Este mantra de veinticuatro sílabas, según el libro Ayurveda, de Pratima Raichur, contiene en su secuencia de sonidos todo el espectro del conocimiento humano, es decir, el Veda. Cuando repetimos este mantra, el sonido de cada sílaba vivifica por resonancia cada uno de los veinticuatro centros de energía correspondientes del cuerpo. Los sonidos del mantra están en sánscrito. Recuerda que la comprensión intelectual no tiene que ver con la eficacia de un mantra.

Tat savitur varenyam bhargo devasya Dhimahai dhiyo yo nah prachodayat.

"Oh, Señor, eres el dador de vida, el que calma todo dolor y sufrimiento, la fuente de felicidad. Oh, creador del Universo, danos tu luz suprema para sanar nuestros pecados; guía nuestro intelecto en la dirección correcta".

Repite el mantra completo en sánscrito durante 5-10 minutos. Con la práctica comenzarás a notar que tus experiencias son más profundas, tanto durante la meditación como en tu vida cotidiana.

La armonía del Yoga